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12/11/08

Mitos sobre la lactancia materna

Aprovechando que actualmente estamos con lactancia en exclusiva Mateo y Yo, quise compartir este interesante articulo con todos ustedes:


"No tengo suficiente leche", "dar el pecho duele mucho", "si el niño se enferma hay que detener la lactancia", etc. En este artículo el doctor Jack Newman nos hace un recorrido por algunos de los más comunes mitos sobre la lactancia materna

1. Hay muchas mujeres que no producen leche suficiente.

¡Falso! La mayoría de las mujeres producen cantidad de leche más que suficiente. De hecho es común que exista una cantidad exagerada de leche en algunas mujeres. La mayoría de bebés que ganan peso muy despacio o pierden peso lo hacen no porque la mamá no tenga leche suficiente sino porque el bebé no obtiene correctamente la leche que la mamá tiene. La razón más común para que el bebé no consuma la leche disponible es porque no se agarra bien del pecho materno. Por eso es muy importante que se le muestre a la mamá desde el primer día, cómo coger el pecho de manera correcta y es importante que esto lo haga alguien que sepa realmente cuál es la manera correcta de hacerlo.

2. Es normal que la lactancia cause dolor.

¡Falso! A pesar de que un cierto dolor es relativamente común en los primeros días, esto debe ser una situación temporal que dura solo unos pocos días y no debería ser tan dolorosa que la mamá tema seguir amamantando. Cualquier dolor que sea más que una leve molestia es anormal y casi siempre se debe a un mal agarre del niño al pecho. Cualquier dolor en el pezón que no mejore a partir del tercero o cuarto día o máximo al sexto día no debe ser ignorado. La sensación de dolor que aparece cuando la lactancia se está desarrollando de manera normal puede ser debido a una infección en los pezones. Limitar el tiempo de amamantamiento no evita el dolor. Quitar el bebé del pecho para que el dolor de pezón mejore debería ser un último recurso.

3. No hay leche suficiente durante tres o cuatro días después del nacimiento.

¡Falso! Puede parecer que es así porque el bebé no está correctamente agarrado del pezón y por lo tanto no puede obtener de manera correcta la leche que tiene la mamá. Cuando no hay mucha leche (cuando esto pasa es normalmente durante los primeros días), el bebé prenderse bien al pezón para que pueda acceder a la leche. Esto explica aquello de “ha estado en el pecho por dos horas y aún tiene hambre cuando lo desprendo”. Si el bebé no se agarra bien al pezón es muy difícil que sea capaz de sacar la primera leche materna llamada calostro. Cualquier persona que sugiera que la mamá debe extraerse la leche para saber cuánto calostro tiene no entiende nada sobre amamantar y debería ser amablemente ignorado. Una vez que la leche sube completamente un bebé puede prenderse mal al pecho y aún así es posible que extraiga mucha leche.


4. El bebé debe estar al pecho 20 (10, 15, 7) minutos en cada lado.

¡Falso! Sin embargo debe hacerse una distinción entre “estar en el pecho” y “amamantarse”. Si el bebé es realmente tomando leche durante la mayor parte de 15 o 20 minutos en el primer lado, puede no querer tomar del segundo lado. Si toma sólo un minuto en el primer lado y después se queda mordiendo el pezón sin tomar o dormido y hace lo mismo en el otro pecho entonces ningún lapso será suficiente. El bebé se amamantará mejor y por mayor tiempo si está correctamente agarrado al pezón. El bebé también puede ser ayudado a amamantarse mejor si la mamá presiona el pecho para mantener el fluido de leche constante hasta que el bebé no continúe tragando.

5. Un bebé amamantado necesita tomar agua en climas calientes.

¡Falso! La leche materna contiene toda el agua que el bebé necesita

6. Un bebé amamantado necesita vitamina D extra.

¡Falso! Todo el mundo necesita vitamina D. La leche de fórmula la tiene de fábrica. El bebé nace con su hígado lleno de vitamina D y las actividades al aire libre permiten al niño obtener la vitamina D directamente de los rayos del so aún en invierno. No es necesario exponerlo todos los días ni por períodos muy largos. La vitamina D es una vitamina soluble en grasa y se almacena en el cuerpo. En algunas circunstancias (por ejemplo cuando la madre tuvo déficit de vitamina D durante el embarazo) puede ser prudente ofrecer al bebé un suplemento de vitamina D. Exponer al bebé a la luz del sol a través de una ventana cerrada no es un método eficiente para que el bebé obtenga más vitamina D.

7. La mamá debe lavar sus pezones cada vez que va a amamantar al bebé.

¡Falso! La alimentación por medio de fórmula requiere una cuidadosa atención con respecto a la limpieza ya que la fórmula no sólo no protege al bebé contra infecciones sino que también es un excelente medio para el crecimiento de bacterias y puede ser fácilmente contaminada. Por el contrario, la leche materna protege al bebé contra infecciones. Lavar los pezones antes de amamantar es innecesario y complicado y además quita del pezón aceites naturales protectores.

8. Extraerse la leche es una buena manera de saber cuánta leche tiene la mamá.

¡Falso! La cantidad de leche que pueda ser extraída depende de muchos factores, incluyendo el nivel de estrés de la mamá. El bebé que es correctamente puesto al pecho puede obtener mucha más leche que la que se pueda extraer por medio de un saca leches. Extraerte leche sólo te puede decir cuánta leche puedes extraerte.

9. La leche materna no contiene suficiente hierro para las necesidades del bebé.

¡Falso! La leche materna contiene suficiente hierro para las necesidades del bebé. Si el bebé nació a término tendrá suficiente hierro hasta por lo menos los seis primeros meses de edad. La fórmula contiene demasiado hierro pero en cantidad necesaria para asegurar que el bebé absorba suficiente para evitar un déficit de hierro. El hierro en la leche de fórmula es pobremente absorbida y el bebé elimina la mayoría. En condiciones normales no hay necesidad de agregar otros alimentos a la lactancia materna antes de los seis meses.

10. Es más sencillo alimentar con biberón que amamantar

¡Falso! O mejor, no debería ser cierto. Sin embargo amamantar se hace difícil porque las mujeres frecuentemente no reciben la ayuda necesaria para comenzar bien. Un mal comienzo puede de hecho hacer que la lactancia se convierta en algo complicado. Pero un mal comienzo puede también ser superado. Amamantar es con frecuencia más difícil al principio debido a un mal comienzo el cual generalmente mejora después.

11. La lactancia esclaviza a la mamá.

¡Falso! Pero depende mucho desde qué óptica se mire. Un bebé puede ser amamantado en cualquier lugar, cualquier hora y de esta manera la lactancia libera a la mamá. No hay necesidad de complicarse con fórmula ni biberones ni nada. No hay que preocuparse por calentar la leche. No hay que preocuparse por esterilizar. No hay que preocuparse por saber cómo está tu bebé ya que está contigo.

12. No hay forma de saber cuánto leche está tomando el bebé.

¡Falso! No hay forma fácil de medir cuánto exactamente está tomando el bebé pero esto no significa que no puedas saber si el bebé está obteniendo suficiente. La mejor manera de saberlo es asegurándose de que el bebé tome del pecho por varios minutos en cada toma (que sea un tipo de succión boca bien abierta-pausa-boca cerrada).

13. Las formulas modernas son casi lo mismo que la leche materna.

¡Falso! Lo mismo se creía en el año 1900 y antes también. Las fórmulas artificiales sólo son parecidas en la leche materna de manera superficial. Cada corrección en la fórmula es anunciada como un avance. Fundamentalmente las fórmulas son copias inexactas basadas en conocimientos caducos e incompletos sobre lo que es la lactancia. Las fórmulas no contienen anticuerpos. No contienen células vivas, no contiene enzimas ni hormonas. La fórmula contiene mucho más aluminio, manganeso, cadmio, plomo y hierro que la leche materna, contiene mucha más proteína que la leche materna; sus proteínas y sus grasas son fundamentalmente diferentes de aquellas en la leche materna. La leche de fórmula no varía del principio de la toma la final o desde el primer día hasta el séptimo o el 30, no varía de mujer a mujer o de bebé a bebé. Tu leche materna es especialmente fabricada para satisfacer los requerimientos de tu bebé. La leche de fórmula está hecha para que le sirva a cualquier bebé, no al tuyo en especial. La fórmula es óptima para hacer que el bebé crezca generalmente pero la leche materna es mucho más que nutrientes.

14. Si la mamá tiene una infección no debería seguir amamantando.

¡Falso! Con algunas poquísimas excepciones el hecho de que la mamá continúe amamantando en realidad contribuirá a proteger al bebé. Para el momento en que la mamá tenga fiebre o tos o vómitos o diarrea, etc. Ya le ha pasado al bebé la infección ya que ha estado enferma por varios días antes de siquiera saberlo. La mejor protección para que el bebé no reciba la infección es continuar amamantándolo. Si el bebé se enferma, estará menos enfermo si la mamá continúa amamantándolo. Además existe la posibilidad de que haya sido el bebé quien haya pasado la infección a la mamá, pero el bebé no mostró los síntomas ya que está siendo amamantado. Además, las infecciones del pecho, incluidos los abscesos, aunque son dolorosas no son razón para dejar de amamantar. De hecho la infección es más probable que ceda si la mamá continúa dando de mamar con el pecho afectado.

15. Si el bebé tiene diarrea o vómito la mamá debe dejar de dar pecho.

¡Falso! La mejor medicina para una infección renal del bebé es la leche materna. Continúa amamantando. La leche materna es el único fluido que el bebé necesita cuando tiene diarrea o vómito excepto en circunstancias muy especiales. Incentivar el uso de “soluciones orales para rehidratar” es principalmente una recomendación de las casas fabricantes de fórmula para hacer aún más dinero (quienes también fabrican esas mismas soluciones orales). La lactancia materna reconforta tanto al bebé como a la madre.

16. Si la mamá está tomando algún medicamento no debe amamantar.

¡Falso! Hay muy pocas medicinas que una mamá no pueda tomar de forma segura mientras amamanta. Una pequeña cantidad de la mayoría de las medicinas aparece en la leche materna pero generalmente en tan pequeña cantidad que no hay de qué preocuparse. Si una droga es realmente dañina hay usualmente una semejante, igualmente efectiva y no perjudicial. El riesgo de la alimentación artificial para la mamá y el niño deben ser tenidos en cuenta al decidir si la lactancia natural debe continuar.

Escrito por el doctor Jack Newman
Traducción: www.criaryamar.com
Sitio oficial Aquí

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